Maquillaje “en apuros”
Arreglarse en las mañanas para muchas suele ser sinónimo de suplicio. La mayoría de nosotras nos la pasamos corriendo entre una y otra cosa que debemos preparar antes de salir, lo cual deja el arreglarse en un segundo plano. Y por eso muchas optamos por maquillarnos en el trayecto a nuestro destino, mientras manejamos o vamos en el transporte público, o de plano llegamos al sitio y una vez allí procedemos.
Y para mí, todo eso es un no-no.
Pero, ¿Por qué? Bueno, no hace falta mencionar lo peligroso que es ir maquillándose o haciendo cualquier otra actividad mientras manejamos. Y si no vamos conduciendo, creo que tenemos claro que no es lo más prudente usar herramientas tan cerca de nuestros ojos en un vehículo en movimiento...
...ni hablar de lo antihigiénico que resulta sacar nuestro preciado maquillaje en un autobús o vagón de Metro/Subte repleto de gente… o en la oficina.
Es por esto que me gustaría contarte sobre mi rutina bien rápida para no retrasarme y evitar lo que más detesto, llegar a la oficina con la cara lavada o tener que arreglarme en el carro.
Pero antes de empezar:
Trata de dejar listo lo más posible la noche anterior: la ropa que te vas a poner planchada, fuera del clóset, que sea cuestión de ponértela y ya. Tu bolso/cartera lista con lo que tengas que llevar. Lo que vas a necesitar para hacer el desayuno, a la mano. Y tus implementos de maquillaje también a la mano.
Sin más, acá te cuento mi rutina, en la cual me demoro, cuando mucho, 16 minutos.
1 - Humectante ligero: Que por lo general se secan rápido. Procurar que ya traiga protector solar, así nos ahorramos un paso.
2 - Base: A veces prescindo de ella, pero si deseo usarla, escojo una de cobertura ligera. Siempre me pareció mucho más rápido y menos engorroso aplicarla con brocha, así no me ensucio las manos. Si no tendría que ir a lavarme las manos (segundos valiosos perdidos), para no ensuciar el resto de mis artículos de maquillaje o incluso la ropa.
3 - Corrector: muy importante para lucir fresca y descansada… aunque no lo esté. Lo aplico debajo de los ojos y lo sello ligeramente con polvo translúcido para evitar que se corra o se cuartee.
4 - Cejas: Las relleno con una sombra de cejas. Si voy bien de tiempo primero relleno los “huequitos” con lápiz de cejas, cepillo, y luego paso la sombra por encima.
5 - Sombras: Me paseo entre dos opciones: no aplicar ninguna sombra, o uso una de estas sombras en crema que dura todo el día. Nada de delineador… demasiada presión.
6 - Máscara o rimel: este paso sí es imprescindible para mí. Aplico primero una capa y luego una segunda, y una muy ligera en las pestañas inferiores, y los ojos se ven más abiertos y vivos.
7 - Bronceador: Otro paso que no puedo saltar. Siento que le da vida a mi rostro, de inmediato. Lo aplico ligeramente con la brocha de rubor, debajo de los pómulos. A la vez que le da color a mi cara, me ayuda con el contorno (entiéndeme, siempre seré cachetona).
8 - Rubor: Pongo sólo un poco en las mejillas, porque ya tengo el bronceador aplicado. Incluso a veces lo salto.
9 - Labios: un color “nude” que no requiera de mucha ciencia (pulso) para aplicarlo. Pero si tengo más tiempo, salto la sombra en crema y uso en los labios un color más fuerte u oscuro.
Y un último tip que me funciona al pelo:
Mientras me estoy arreglando, tengo la costumbre de poner un programa en la TV, un podcast, un video de youtube, etc, que dure unos 15 minutos o media hora. Por ejemplo, actualmente enciendo el televisor al empezar a arreglarme y pongo un programa de noticias que termina a las 7:00 am. Cuando están en el último segmento, sé que se acercan las 7:00 am y debo apurar el paso. Me sirve mucho más y es menos estresante que estar viendo el reloj compulsivamente.
¡Listo, te levantas, te vistes y te vas!
¡Me encantaría que me contaras si tienes alguna rutina similar, y cómo es, o si decides probar la mía, y cómo te fue!
Gifs: Giphy.com
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