El mejor amigo del hombre se une a la detección temprana del cáncer
Ya conocemos el insuperable sentido del olfato con el que cuentan esos animales maravillosos que son los perros. Sabemos que más allá de que su nariz les sirve para percibir cuando sus dueños están por llegar a casa o para encontrar bocadillos apetitosos o juguetes, esta habilidad nos ayuda a nosotros a detectar sustancias prohibidas, explosivos y hasta a salvar vidas, apoyando a equipos de rescate en ubicar a personas desaparecidas bajo escombros o en otras circunstancias.
Es posible que también estemos al tanto de personas que cuentan con perros debidamente entrenados para avisarles cuándo están por tener un ataque epiléptico o un episodio de azúcar alta, simplemente porque los perros detectan cierto olor que el cuerpo humano despide, bien sea por la piel o el aliento, justo antes de sufrir uno de estos episodios.
Al igual sucede con el cáncer. A partir de varias ocasiones en las que perros mascota olían con insistencia una parte del cuerpo de sus dueños (el pecho, algún lunar, entre otros) y luego, por mera casualidad, se le detectó a la persona un cáncer, se quiso investigar más a fondo y se descubrió que los perros, con su increíble sentido del olfato, son también capaces de detectar varios tipos de cáncer, con más del 90% de acierto.
Claire Guest es Presidenta de la organización Medical Detection Dogs, en Gran Bretaña, que de dedica a conducir estos estudios. Su propia mascota, su perra Daisy, olía insistentemente el pecho de su dueña. Un examen luego arrojó que Claire tenía un tumor bastante profundo en un seno, y que para el momento en que ella misma lo hubiese descubierto en un autoexamen de rutina, el cáncer ya estaría muy avanzado.
En estas investigaciones, los perros son sujetos a pruebas donde se le presenta muestras de orina de pacientes con cáncer, y una muestra de un paciente sano. Los perros son capaces de identificar cuáles muestras pertenecen a los pacientes enfermos, y en función de ello, se les entrena con refuerzos positivos.
¿Cómo lo hacen? La nariz del perro le permite detectar el olor particular que despide el cáncer, denominado “partículas orgánicas volátiles” imperceptibles para el olfato humano. Estas partículas se depositan en las sustancias de desecho de los humanos que padecen cáncer.
¿De qué serviría? Es muy temprano para decirlo, si bien ya han pasado más de 25 años desde que esta habilidad fue descubierta. Incluso, se han elaborado prototipos de narices artificiales, máquinas capaz de emular la nariz del perro, para este fin. Sin embargo, este y otros estudios relacionados no han recibido la ayuda financiera necesaria, básicamente porque no se ha demostrado una utilidad concreta.
Si bien sería increíble que nuestras propias mascotas lograsen alertarnos sobre un posible cáncer, aún falta mucho camino por recorrer. Lo que sí nos queda claro es que el perro, de muchas más formas de las que pensamos, es el mejor amigo del hombre.
Fuentes: CNN, WebMD, BBC, Dogs Naturally Magazine
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